Hace pocos días tuve el honor de conocer y compartir el día con Doña María y Doña Isabela, dos sacerdotisas del linaje tradicional y portadoras de la Sabiduría Ancestral Andina.
Doña María, una mujer de 88 años, Alto Misayoc de la Gran Nación Q’ero (la que acoge a los Espíritus Mayores, a los más poderosos) grado más alto del sacerdocio andino. Es la última sacerdotisa Inca con ese nivel.
Doña Isabela, de 82 años, Pampa Misayoc Pacco Huarmy. Sanadora y profunda conocedora de las plantas medicinales.
A primera vista una ve a dos mujeres menudas, ataviadas con sus trajes tradicionales. Pero transcurren pocos minutos y te das cuenta de que tienen algo especial: sencillez, bondad, y una profunda conexión con la Madre Tierra o Pachamama como ellas dicen en su lengua quechua. Tremendamente expresivas y ligeras en sus movimientos a pesar de su edad, irradian sabiduría por los cuatro costados.
Doña María dijo: «todos podemos conectar con el espíritu de la montaña, el lago o el mar, solo hay que hablarle des del corazón». En ese momento entró una mariposa amarilla y se posó sobre su pie descalzo. Impresionante.