Como bien dice Jean Shinoda Bolen en su libro Mensaje Urgente a las Mujeres, “si a la Madre Tierra se le hiciera una exploración física completa, los resultados de las pruebas nos darían motivos para estar preocupados. Contaminación generalizada…son cada vez menos los árboles y las selvas que le sirven de pulmones…cada vez más escasa la tierra fértil…los casquetes polares se derriten…hay un calentamiento global…”. Es como si le subiera la fiebre a nuestra castigada Tierra.
Sumergidos en un patriarcado y sometidos a sus abusos, la Tierra desfallece. Y nosotros también.
Convulso el pulso, agitado el corazón, ojos vidriosos que no alcanzan a ver con claridad. Late la mente en la sien.
Bullying, mobbing, burka.
Racismo, genocidio, materialismo feroz.
La madre y el padre miran con ternura a su hijo, a su hija convaleciente. Y le aplica paños húmedos en la frente y en las muñecas. Le da de beber sorbitos de agua fresca. Y el pequeño y la pequeña abre los ojos sabiendo que, si hay respeto, tolerancia y amor incondicional sanará.
Y es únicamente la fuente de la energía femenina la que proporciona el agua que obra el milagro.
La fuente está en ti.