La realidad es muy dura con las mujeres en muchos países africanos. En Tanzania, por ejemplo, es habitual que cuando una mujer joven, casi una niña, se queda embarazada automáticamente es expulsada de la escuela. Y, en la mayoría de las ocasiones, estos embarazos no son buscados sino fruto de abusos o violencia de género. 

 

Salir prematuramente del sistema educativo condena a la mujer a una vida de dependencia y sometimiento, un círculo vicioso que impregna generación tras generación.

 

En mi primer viaje a Kigoma y de la mano de la ONG Karibia tomé consciencia de esta realidad y de las acciones que estaban apoyando para romper esta espiral destructiva. Se trata del programa DUHAMABI, un centro que forma a mujeres jóvenes que han sido madres y que, consecuentemente, no han podido continuar sus estudios reglamentarios. 

 

En este centro, las chicas reciben formación en técnicas de costura, management y acompañamiento en su desarrollo profesional. Nueve meses de intenso trabajo que, tras finalizar, les permite incorporarse al mercado laboral. 

 

Vista sobre el terreno la efectividad de esta propuesta, invité a cinco mujeres a que viajaran conmigo a Kigoma para experimentar de primera mano esa realidad; las palabras se me quedaban cortas, quería que vivieran en primera persona esa realidad que tanto me había impactado en mi primer viaje.

 

Y así fue como, en junio de 2023 sobre el terreno, seis mujeres inquietas y comprometidas con la equidad, decidimos poner en marcha las Becas Kipepeo.